Con el paso del tiempo se desarrollan nuevas técnicas de decoración para el hogar. Una de las más prácticas y novedosas conllevan el uso de vinilo para decorar cada rincón de la vivienda. A continuación, explicaremos en qué consiste esta técnica y por qué es tan útil para renovar los muebles. Pero antes, empezaremos por explicar qué es el vinilo.
Qué es el vinilo para muebles
El vinilo para muebles es un adhesivo flexible con el que se pueden forrar superficies planas. Normalmente se puede conseguir en una amplia variedad de colores, con acabados brillosos, semimate y mate. Habitualmente su colocación es muy sencilla y no requiere de herramientas especializadas.
En vista que este tipo de material está diseñado para renovar los muebles, comúnmente está estampados con diseños que imitan al mármol y a la madera. Además, también se puede conseguir en tonos lisos, con una vista similar a la formaica. Aunque los diseños con grabados tienen mejor vista, es recomendable que las personas que no han utilizado anteriormente este material usen colores lisos. Esto se debe principalmente a que no hay que cuadrar el estampado en las uniones y los perfiles.
Cómo decorar tus muebles con vinilo
La aplicación de vinilo es realmente sencilla. En primer lugar, es necesario limpiar el mueble con un trapo mojado en alcohol de limpieza. Posteriormente, únicamente habrá que despegar el papel protector del vinilo para poderlo pegar sobre la superficie del mueble. Por supuesto, existen algunos detalles que hay que considerar para que los muebles queden presentables, con un acabado completamente profesional.
Por ejemplo, si el mueble tiene una abolladura, quizá causada por un golpe, se debe cubrir la imperfección con masilla y lijar para que quede completamente plano. Es recomendable que esto se haga con cualquier imperfección, por pequeña que sea. De esta forma se logra un acabado mejor y más duradero.
Otro aspecto importante que influye en la calidad del acabado es la forma en que se corta el vinilo. Es fundamental asegurarse de que el corte coincida exactamente con las dimensiones del mueble. Por supuesto, si queda un poco más grande quizá aún se pueda hacer algo para arreglarlo. Pero si la pieza es muy pequeña, difícilmente podrá solucionarse de forma profesional. Para garantizar un acabado perfecto es mejor utilizar una navaja con mucho filo, como un cúter o un exacto. Los cortes deben coincidir lo máximo posible para que sean prácticamente imperceptibles a la vista.
Ahora bien, en el momento de forrar los muebles es probable que se formen burbujas de aire en el vinilo. Un truco para que no ocurra esto es rociar con un atomizador un poco de agua mezclada con jabón. Esta mezcla neutralizará por un breve período el adhesivo, permitiendo despegar fácilmente el vinilo en caso de ser necesario. Además, será muy útil que tengas a la mano una espátula para extender suavemente el vinilo y evitar que se quede un poco de aire atrapando en su interior.
Por último, probablemente el mueble que deseas forrar ya tenga vinilo. Es posible que anteriormente ya lo hayas renovado. Si ese es el caso, lo primero que debes hacer es eliminar el adhesivo anterior. La ventaja es que no es muy difícil quitarlo y tampoco deja muchos residuos en el mueble. Bastará con una limpieza a base de alcohol, como dijimos anteriormente. En vista de eso, es ideal para usarse en viviendas de alquiler, pues permite renovar los muebles cada vez que haya nuevos inquilinos.
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